Editorial de Enfoque Público
El pasado miércoles 22 de junio el alcalde de Funza, Daniel Bernal, hizo una comunicación en redes sociales respondiendo a un tweet del presidente electo, Gustavo Petro, en el cual hacía gala de que Funza está en vías de la construcción del proyecto “Ciudad Universitaria” desde el día uno de su gobierno, agradeciendo la gestión en tal materia de la Gobernación de Cundinamarca.
Ciudad Universitaria en Funza: consideraciones de fondo

También hizo referencia, en su hilo, a la compra del terreno del antiguo Colegio El Rosario, el cual remodelarán y adaptarán a para atender a cerca de 2.500 estudiantes, con una inversión de $28.000 millones para esa sede principal del proyecto. Dice, además, que es el primer proyecto de su clase en Cundinamarca y que están haciendo que “la ciudad esté al servicio de la educación y no al contrario, como suele pasar”. Para cerrar dice que proponen construir al menos 13 equipamientos (públicos, suponemos) que le sirvan al proyecto e invita al presidente electo a Funza para “conocer a detalle nuestro proyecto o exponerlo donde usted desee”.
Por supuesto, la galante propuesta y la publicidad del proyecto, aprovechada en buen momento, ha suscitado una serie de reacciones positivas de algunos líderes del municipio, así como muestras de orgullo y felicitación en el grueso de la ciudadanía que tuvo acceso a la promoción de esta noticia, la cual también se difundió con un video del alcalde Bernal en redes sociales.

Sin embargo, es pertinente revisar qué hay detrás de tan buen gesto, en un seguimiento que hemos hecho al proyecto bandera de esta administración: la Ciudad Universitaria. Empezamos con esta pregunta: ¿se pueden establecer comparaciones entre la propuesta de Gobierno del presidente electo Gustavo Petro y el proyecto de Ciudad Universitaria?
Según el programa de Gobierno “Colombia Potencia Mundial de la Vida” de Gustavo Petro y Francia Márquez, el gran basamento sobre el cual se construirán los pilares de las propuestas es el de convertir a Colombia en una “Sociedad del Conocimiento”. Para ello establece, en el numeral 3 (que se titula: “de la desigualdad hacia una sociedad garante de derechos: haremos realidad la Constitución del 91 por fuera del negocio”), entre el 3.1 y el 3.1.3, que habrá educación pública, gratuita y de calidad para niños, niñas y jóvenes. Especialmente en el numeral 3.1.3 establece “Educación superior pública, gratuita y de calidad: en nuestro Gobierno toda la juventud tendrá progresivamente acceso a la educación pública, gratuita y de calidad a nivel tecnológico y universitario en todos los niveles para que las y los jóvenes estudien lo que deseen en todas las áreas del conocimiento”, adicionando que “esto implica elevar históricamente el presupuesto público para todo el sistema educativo, en particular para la educación superior, ampliar y mejorar la infraestructura, la conectividad, fortalecer las condiciones de formación, actualización y trabajo del personal docente, la matrícula gratuita, el fortalecimiento de las políticas de bienestar estudiantil y de protección social de las familias soporte de los estudiantes a través de políticas intersectoriales, así como la amplificación, diversificación y creación de nuevas universidades, sedes y programas en todo el territorio nacional con participación y pertinencia regional y sociocultural”.
Ahora bien, esta propuesta de Gobierno, que es medular y transversal a todas las demás, tiene su piedra angular en la educación pública, sea esta de los niveles superior, media o básica. Se presta especial énfasis a la protección de los estudiantes (y sus familias) en condiciones de vulnerabilidad económica y/o de otros tipos para que, además del acceso a la educación superior, media o básica, permanezcan en la misma y la culminen. Es decir, se reconocen los limitantes estructurales que impiden el acceso y continuidad de los niños, niñas y jóvenes en el sistema educativo. También se establece el interrelacionamiento y fortalecimiento de las instituciones de educación superior públicas de carácter regional para que sean éstas las que respondan a la demanda, como hizo énfasis en conversación con Censurados la congresista electa por el Pacto Histórico, Alexandra Vásquez.
Al analizar el proyecto bandera de la actual administración municipal de Funza, la Ciudad Universitaria, y revisar el contenido de esta propuesta se encuentra lo siguiente: la administración municipal ha suscrito al menos 14 convenios marco de cooperación o convenio interadministrativo (con una vigencia, en su mayoría, de cinco años) con entidades que suministran el servicio de educación superior universitaria, técnica o tecnológica.
De estos convenios, 9 están suscritos con instituciones de carácter privado y 5 con instituciones públicas. Entre las instituciones de educación superior privadas se encuentran: la Pontificia Universidad Javeriana (en un mismo convenio con la Fundación Universitaria Cafam), la Universidad de La Salle, la Universidad de La Sabana, la Universidad Santo Tomás, la Universidad Minuto de Dios, la Universidad Alfonso X, entre otras. Y entre las instituciones de educación superior públicas se encuentran: la ESAP, el SENA (ambas en convenio interadministrativo), la Universidad Pedagógica, la Universidad de Cundinamarca y la Universidad Colegio de Mayor de Cundinamarca. En porcentajes esto es: un 65% de los convenios se establecieron con Instituciones de Educación Superior privadas, y sólo un 34% con Instituciones de Educación Superior Públicas.
Un primer análisis de estos datos permite evidenciar la sobrepresencia de instituciones de carácter privado respecto de las instituciones públicas dentro de los convenios hechos para poner en funcionamiento el proyecto “Ciudad Universitaria”.
Para ejemplificar mejor los alcances y definiciones presentes a la fecha en el proyecto Ciudad Universitaria analizamos dos de los convenios con instituciones privadas, siendo estos los establecidos con la Pontificia Universidad Javeriana y con la Universidad de La Sabana. Con la Universidad Javeriana se estableció un convenio de las siguientes características: se otorga un descuento del 12% en el valor de la matrícula de los programas ofertados por la Universidad a nivel de pregrados y posgrados para los habitantes del municipio de Funza, y para los funcionarios y contratistas de la Alcaldía y sus respectivas secretarias, exceptuando a nivel de pregrado los programas de Derecho, Psicología, Medicina y Química Farmacéutica, y a nivel de posgrado los doctorados, las especializaciones clínico quirúrgicas y las especializaciones odontológicas. Para grupos de cinco o más personas que vayan a matricular un posgrado se les otorga un descuento del 20%. Son al menos 44 programas de pregrado y 121 programas de posgrados ofertados para los habitantes de Funza, los funcionarios de la administración municipal y sus contratistas con este convenio.
Si al programa de pregrado más barato de esa universidad le aplicáramos el descuento del convenio, en este caso el programa de Matemáticas, pasaría de tener un valor total (precio a 2022) de $5.941.000 a $5.228.080, con el descuento del 12% que equivale a $712.920 pesos, teniendo el total de la carrera un costo de $41.824.640 (ocho semestres). Si a uno de los pregrados más costosos en esta universidad, como son las Ingenierías, le aplicáramos el descuento, obtendríamos el siguiente resultado: el valor original de la matrícula de Ingeniería Mecatrónica ronda los $13.565.000, y aplicado el descuento del 12% ($1.627.800) pasaría a costar $11.937.200, teniendo el total de la carrera un costo de $95.497.600 (ocho semestres). Sin duda el descuento es un incentivo importante, pero ¿cuántos jóvenes y habitantes de Funza estarían en la capacidad de pagarlo sin entrar en un alto endeudamiento?
Con la Universidad de La Sabana el escenario es más complejo. Se establecen dentro del convenio unas becas de 25% (para programas de pregrado) otorgadas por la universidad a algunos estudiantes de acuerdo con los cupos que la universidad oferte semestralmente para estas becas. Los requisitos de acceso a estos cupos con el descuento del 25% son los siguientes: para todos los habitantes de Funza, egresados de los colegios públicos o privados del municipio, que demuestren excelencia académica, que demuestren debidamente escasez de recursos económicos, cuyo nombre haya sido incluido en la lista de personas a las que el municipio postula para el apoyo educativo, que se encuentren admitidos para ingresar a primer semestre y que sean seleccionados por la Universidad de La Sabana de conformidad con los requisitos establecidos en el reglamento estudiantil, en el Manual de Becas y Ayudas Económicas y previo cumplimiento del proceso de otorgamiento de beca exigido por la Universidad. Este posible descuento del 25% aplica para 23 programas de pregrado establecidos en el convenio por la universidad.
Es decir, el descuento de matrícula de este convenio no es un descuento que aplique para todo el amplio número de estudiantes egresados de colegios del municipio que quieran ingresar a esta universidad, sino que se otorga sólo según los cupos para las becas que la universidad tenga a disposición por semestre.
Además de esto, para los posgrados se otorgan beneficios sólo para los empleados públicos u oficiales del municipio, distribuidos de la siguiente manera: entre el 5% al 20% de descuento dependiendo de la cantidad de funcionarios que estén matriculados e inscritos en el listado entregado por la administración, que puede variar entre 1 a 11 personas o más. También otorgan descuentos del 20% para doctorados y unos descuentos adicionales según los programas de posgrado que la universidad discrimina.
Si al programa de pregrado más barato de esa universidad, dentro del listado que fijan, le aplicáramos el descuento del convenio, en este caso los programas de Licenciatura en Educación Infantil y Licenciatura en Ciencias Naturales, pasaría de tener un valor total (precio a 2022) de $6.910.000 a $5.182.500, con el descuento del 25% que equivale a $1.727.500 pesos, teniendo el total de la carrera un costo de $51.825.000 (diez semestres). Si a uno de los pregrados más caros que aparece dentro del listado, como lo es Economía y Finanzas internacionales, le aplicáramos el descuento, obtendríamos el siguiente resultado: el valor original de la matrícula ronda los $14.450.000, y aplicado el descuento del 25% ($3.612.500) pasaría a costar $10.937.500, teniendo el total de la carrera un costo de $87.500.000 (ocho semestres).
Sólo revisando estos convenios, que son los que le dan contenido y fondo al proyecto “Ciudad Universitaria”, es notorio que el espíritu que impulsa las propuestas en materia educativa del nuevo Gobierno Nacional dista de ser siquiera parecido a lo que está realizando la Administración Municipal de Funza. Inclusive si revisáramos los convenios hechos con algunas Instituciones de Educación Superior públicas, como la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, nos daríamos cuenta de que el valor de la matrícula, que para su caso no aplica ningún descuento dentro del convenio, es casi similar a la de una institución privada.
Con el objetivo de abrir esta discusión con la ciudadanía es necesario dejar estas preguntas sobre la mesa: ¿Cuál es el interés en hacer gala de las infraestructuras sin atender las cuestiones de fondo del proyecto bandera de esta Administración? ¿Es el guiño publicitario del alcalde Bernal una muestra para tejer puentes de cercanía con la presidencia entrante a sabiendas de que tendrá que interlocutar con la misma durante algo más de un año? ¿Qué le responderían Petro y su equipo de trabajo si revisan a fondo el proyecto que muestra Bernal, abordando estas distancias que separan una propuesta de la otra? ¿Por qué el alcalde Bernal pretende afianzar su proyecto de “Ciudad Universitaria” con la línea del proyecto de la “Sociedad del Conocimiento” cuando la apuesta de la Administración Municipal establece una especie de mercado de instituciones de educación superior, en su gran mayoría privadas, a la que difícilmente podría acceder el grueso de los habitantes, y la propuesta del Gobierno Nacional electo establece el acceso progresivo como derecho a un servicio educativo superior, universitario, público, gratuito y de calidad?
Extendemos a nuestros lectores estas consideraciones. De todas maneras, de lo que se trata un proyecto educativo es de fomentar aprehensiones críticas de los fenómenos sociales, de los mecanismos de gobierno y de las propuestas que, vistas desde su publicidad, pueden parecer brillantes y progresistas, pero que, en realidad, en los hechos no lo son. De lo que se trata un proyecto educativo es de enseñar a sus estudiantes a romper el cascarón y encontrar su nuez, como hoy lo venimos haciendo con este ejercicio de análisis.
___________________
Queremos conocer si les gustaría que profundicemos más en este tema. Por favor en los comentarios de nuestras redes sociales pueden hacerlo saber.
23 de junio de 2022