Tras dos décadas de control del ejecutivo nacional el MAS perdió rotundamente las elecciones por la presidencia de Bolivia, cerrando (al menos de momento) uno de los proyectos de izquierda más sólidos en el continente en lo que va de siglo. Esto demuestra que hay errores que están significando el retorno de los viejos amos de la política que ya parecían desterrados de por vida en algunos países.