Ad portas de un nuevo semestre en la Universidad Nacional de Colombia vuelve el examen tradicional de selección de aspirantes, esto acaba con la modalidad de selección mediante ICFES dada a inicios de pandemia. Sin embargo, detrás de estos procesos suelen haber interrogantes respecto a qué representa esto para los jóvenes, cuáles son las ventajas y desventajas de esta metodología y si existirán acaso alternativas a este método de selección. Este texto explora los anteriores interrogantes, los retos de retorno del examen de admisión de la UNAL y el debate de la educación pública en el país.
La Universidad Nacional de Colombia se ha convertido para muchos jóvenes en el único acceso a la educación superior en el país, pues el 80% de los aspirantes pertenecen al estrato 2 y 3. La UNAL cuenta con una oferta académica abundante en sedes y programas que permiten llevar la educación a los sectores más populares de la sociedad. La educación superior pública es para muchos jóvenes la oportunidad de convertirse en profesionales sin necesidad de generar endeudamiento en universidades privadas o entidades exorbitantemente injustas de crédito educativo.
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Imagen tomada de: Infobae https://www.infobae.com/america/colombia/2021/03/11/estas-son-las-carreras-de-universidades-publicas-en-colombia-que-se-destacan-globalmente/
El examen de admisión de la Universidad Nacional consta de 120 preguntas de matemáticas, ciencias, sociales y análisis contextual entre otras áreas, y está diseñado para ser contestado en tres horas y media. Es aplicado en 51 ciudades del país y semestralmente abre 5.500 cupos en sus 9 sedes (Amazonía, Bogotá, Caribe, La Paz, Manizales, Medellín, Orinoquía, Palmira y Tumaco). Con un puntaje de 450 en la prueba se puede aspirar a cualquiera de las de 63 carreras de pregrado que oferta la universidad.
Por un lado, a favor del examen existe un debate más práctico sobre la realidad de la admisión hoy en día: quienes defienden la admisión por examen afirman que, en primer lugar, existe un ejercicio interdisciplinario en la realización del examen ya que todas las áreas del conocimiento son evaluadas por igual, esto con el fin de fomentar profesionales dinámicos. En segundo lugar, el Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (PEAMA), el cual se aplica en las Sedes Amazonía, Caribe, Orinoquía y Tumaco se salen de la centralidad de la sede Bogotá para ir a buscar a los mejores al corazón de las regiones, incluso a lugares donde el mismo estado no llega, el mismo método garantiza que las minorías sociales accedan a la educación superior.
En tercer lugar, la flexibilización de los topes del puntaje permite que haya más posibilidades de aspirar a un cupo, previo a la pandemia se requería de mínimo 600 puntos para aspirar a una carrera. Para este año una de las novedades que presenta la prueba de admisiones es el corte que se realiza de 450 puntos, con el fin de que los nuevos aspirantes tengan una mayor oportunidad de acceder a un cupo.
Por otro lado, las críticas al modelo de evaluación del examen son más de carácter estructural al modelo de educación pública: primeramente, se reconoce que existe un problema de poca oferta y mucha demanda, en esta última oportunidad la UNAL recibió 56.600 inscritos para presentar el examen de admisiones, recordemos que anteriormente se mencionó que solo se ofertan 5.500 cupos, es decir, aproximadamente solo el 9% de los aspirantes acceden. En segundo lugar, este problema de oferta se deriva de la ley 30 de 1992 que reglamenta el presupuesto para las instituciones de educación superior en el país. Desde esta fecha no se aumenta el presupuesto proporcionalmente al incremento estudiantil, actualmente se trabaja con los mismos recursos para mantener un incremento exponencial.
Además, el precio del pin no es asequible para toda la población que aspira estudiar en la Universidad Nacional. Actualmente el precio del pin es de $100.000 pesos colombianos, teniendo en cuenta que el índice de pobreza monetaria a principios de la pandemia se encontraba en $331.688 pesos al mes, supone un desplazamiento en los gastos básicos para cubrir el costo de la educación superior en el país.
Finalmente, desde múltiples fuentes se ha estudiado la brecha de género en la universidad concluyendo que el examen discrimina y provoca brechas en el acceso a la educación superior entre hombres y mujeres, lo anterior se observa en las Estadísticas UNAL, por ejemplo, para el semestre pasado se tabula un 44% de mujeres y 56% de hombres admitidos, en semestres anteriores las brechas son mucho más grandes.
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Imagen tomada de: Otras voces en educación https://otrasvoceseneducacion.org/archivos/177235
Sin embargo, la pregunta restante que quedaría es: ¿examen sí o no?
En efecto la academia prueba que hay una desigualdad en el acceso y encontrar un método “correcto” para evaluar a los aspirantes es dificultoso, valdría la pena preguntarse si el examen es en efecto la única forma de incorporar a los jóvenes a las universidades y si es garantista del derecho a la educación superior. Como se evidencia es un problema de múltiples aristas, la experiencia de otras instituciones y métodos evaluativos de educación superior pueden esclarecer nuevos y mejorados caminos para el acceso de los jóvenes.
El retorno de la presencialidad debe ir acompañado de nuevas estrategias, la Universidad Nacional de Colombia debe estar a la vanguardia y liderar los avances en materia de educación superior, siendo ejemplo para todas las universidades públicas del país. Es por esto que cambiar el método evaluativo es vital para configurar mayores niveles de equidad en el acceso a la educación pública. Que la experiencia de la pandemia no haya generado en los administrativos conciencia de la necesidad de un cambio supone un retroceso para los procesos de aspirantes actuales.
Ese interrogante final no puede dejarse suelto. A primera vista todo parece indicar que aquí se respalda la consigna del examen (sí, pero no así). Por supuesto desde mí lectura la cuestión es mucho más compleja y respecta más allá del examen el saber qué se necesita para el acceso de los jóvenes a la educación superior. En una próxima entrega se abordará un enfoque presupuestal y experiencias de universidades sin examen que hace posible repensarse esa educación para todo el que quiera acceder a ella.
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Imagen tomada de: Sahagún en línea https://sahagunenlinea.com/actualidad/eestudiantes-univeersitarioss-del-pais-saldran-este-jueves-a-las-calles-en-nueva-jornada-de-protestas/
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